Detectar a los fanáticos era algo difícil, pues los colores de la camisetas de las selecciones de Panamá y Costa Rica son similares, pero con solo escuchar el acento te orientabas.
Lo cierto es que juntos ingresaron al estadio Rommel Fernández al ritmo de sus clásicos canciones.
Los nuestros coreaban vamos... vamos...Panamá,. Mientras que nuestro vencinos fronterizos gritaban ole, ole , ole... Ticos...ticos.
Algunos con caras pintadas y luciendo bandanas y banderas fueron colmando es Coloso de Juan Díaz testigo mudo de un encuentro histórico .
La lluvia quiso empañar el espectáculo, pero la naturaleza respeto el duelo, dando tregua a que los aficionados disfrutaran del deporte que solo sabe hacer esto, irradiar pasión y unir los pueblos.
Texto por: Claudio Orlando Pino / MI Diario