¡Qué locura! Hasta el momento la industria de juguetes sexuales había puesto foco nada más que en los hombres, pero ahora, con la creación del primer muñeco sexual para mujeres, están apuntando a satisfacer, también, los deseos de las chicas.
NOTA RELACIONADA: FOTOS| Dejó a su esposa por una muñeca de silicona
Sinthetics, la empresa que creó el maniquí, sólo tiene cinco años de experiencia en la industria, pero lograron su gran salto a la fama por la calidad de sus productos personalizados, dejando conformes tanto a sus clientes masculinos como femeninos.
¿Por qué se llama Gabriel? Bronwen Keller, uno de los fundadores de la firma californiana, explicó que lo apodaron así por uno de los personajes de Evangelion, una serie de televisión animada japonesa situada en un mundo apocalíptico.
TAMBIÉN PUEDES LEER: Siete preguntas que deben hacerse para mejorar su vida sexual
Él nos llevará al futuro que nos espera', expresó.
El muñeco estándar cuenta con el cuerpo de un hombre de contextura delgada y un órgano reproductor de tamaño 'promedio', pero su diseño puede ajustarse dependiendo de las necesidades y gustos de las mujeres. Es decir, pueden cambiar su altura, agregarle vello en distintas partes, subir o bajar los tonos de piel y elegir el color de los ojos.
TE RECOMENDAMOS: Así será el sexo en el 2050: robots, realidad virtual y orgasmos instantáneos
Sexóloga ayudó a su creación
Karley Sciortino, una famosa sexóloga inglesa de 31 años, participó en el proceso de creación de Gabriel, un muñeco hecho 100% de silicona, con el cual ella misma ha tenido sexo.
Sciortino, quien es columnista sobre temas de sexualidad en Vogue y Vice, describió el órgano sexual del muñeco como increíblemente realista.
Está hecho para ser duro en el interior con una capa externa suave. Es casi escalofriante; es absolutamente indistinguible de una persona real. A excepción de que estoy en control por completo. Con un muñeco puedes aprender a hacer que el sexo funcione para ti: probar velocidades y ángulos. Puede ayudarte a entender tu cuerpo y eso es algo que le da poder a una mujer', continuó Sciortino.
Karley llevó a cabo este experimento con dos objetivos en mente: el primero, realizar un documental sobre los muñecos sexuales, y el segundo, demostrar al mundo que no solo los hombres pueden tener intimidad con muñecos sexuales y derribar así la creencia de que las mujeres necesitan forzosamente de un estímulo sentimental para mantener relaciones sexuales.